Con su color vibrante y ese sabor enchilado que pica sabroso, este clásico mexicano es sinónimo de botaneo con actitud. Doraditos, crujientes y con ese toque justo de picor que hace que no puedas parar. Perfectos para acompañar tus tardes, tus fiestas o para darle vida a cualquier reunión. ¡Atrévete a probarlos y prepárate para una explosión de sabor que nunca pasa desapercibida!
